Cuando uno está de viaje, no suele tener tiempo para contestar personalmente todos los mensajes de familiares y amigos que preguntan: "¿qué tal te va?", "¿qué has visto?", "¿comes bien, hijo?"...
Por lo tanto, decidí abrir este blog, con espíritu de video-blog, para que todos me tengan localizado y mi madre no sufra por no ver a su renacuajo...
No es que me a mi me guste demasiado hacer el payaso en vídeos..., pero creo que a vosotros si que os gusta verme hacer el indio por parajes remotos...
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sábado, 29 de noviembre de 2008

Capítulo 17: Protestas en Bangkok

Quiero hacer aquí un comunicado para que dejen de llenarme el mail con mensajes de preocupación. Basta decir que mientras ustedes me escribían, yo seguramente andaba en algún mercado, centro comercial, en un bar o tomando el sol en la playa. Mi vida en Bangkok sigue siendo exactamente igual, no he notado ningún cambio, hasta el extremo que empiezo a dudar de que todo lo que está saliendo en los medios de comunicación sea cierto.

Aquí el único problema es que 2.000 personas han tomado el aeropuerto, y por el momento parece que está complicado tanto entrar como salir del país. Así pues, el vuelo de regreso a España que tengo que coger el próximo miércoles, es posible que se vea retrasado, pero vamos, que al final las molestias no son mayores que las habituales huelgas del SEPLA en España. Lo más curioso de la situación es precisamente eso, que todo está provocado por 2.000 personas, imagínense, es como si una manifestación de La Falange, o de los Verdes, pudiera bloquear el aeropuerto de Barajas ante la pasividad total de las fuerzas de seguridad. Suena a broma, pero es que Tailandia es diferente y poco se puede hacer desde el gobierno cuando además las fuerzas de seguridad y el ejército se posicionan en tu contra. Por lo tanto esto no se ha convertido en otra cosa que en un tira y afloja, donde ninguno está dispuesto a ceder, pero donde todos intentan poner contra las cuerdas al otro, eso sí, sin perder nunca su perpetua sonrisa.

En principio nosotros deberíamos aterrizar en Madrid el próximo jueves, aunque eso a día de hoy está bastante en el aire. En cualquier caso, no preocuparse, si hay que estar retenido en algún lugar, podéis estar seguros que ningún sitio mejor que Tailandia.

Besos.

martes, 25 de noviembre de 2008

Capítulo 16: ¿Whisky o muerte?

En la zona Este de Laos, junto a la población de Phonsavan, se encuentran unos de los restos arqueológicos más enigmáticos de este continente, la “Plain of Jars”. Se trata de cientos y cientos de jarras de piedra, con un peso aproximado de una tonelada cada una de ellas, que se encuentran diseminadas a lo largo de un valle. Hasta ahora, los arqueólogos no han llegado a ponerse de acuerdo en cual era la función de estas monumentales jarras construidas hace más de 2.000 años, aunque hay dos teorías que son actualmente las más apoyadas. Una de ellas defiende que estas jarras no son otra cosa que inmensas urnas funerarias donde los habitantes de la tribu Mon-Khemer, que poblaba estas tierras por aquel entonces, realizaban el tránsito a una nueva vida. Esta teoría cobra fundamento porque se han encontrado restos humanos en algunas jarras, aunque no en todas, sólo en unas pocas, lo que hace que tenga también sentido la otra teoría, que afirma que estas vasijas eran utilizadas como recipientes para la conservación de whisky.

Desde luego las dos teorías pueden ser igual de válidas, pero no deja de ser curioso que sean tan distintas una de la otra. Además, si nos paramos a pensar durante un momento que estas jarras realmente se utilizaban para la conservación de whisky, enseguida nos damos cuenta de una cosa: que esta tribu debería considerarse la más borracha de la historia de la humanidad. No olvidemos que se tratan de jarras de casi una tonelada cada una, que existen cientos y cientos de ellas y que a día de hoy todavía se siguen encontrando nuevas jarras todos los días. Sin contar de hecho con los cientos de recipientes que fueron destruidos por el ejército norteamericano durante la guerra de Vietnam, ya que esta zona servía de refugio al Vietcong y fue duramente bombardeada por los americanos. Por lo tanto, si sumamos todo esto, me salen miles y miles de litros de whisky los que esta buena gente ingería de forma descontrolada, así que por muchos habitantes que tuviera la zona, me parece un esfuerzo casi titánico la capacidad de ingesta de alcohol que poseían estas gentes. Además, dice mucho de sus prioridades vitales el hecho de que los únicos restos que han llegado hasta nuestros días sean estas cubas. Ni casas, ni herramientas de labranza, ni nada, sólo lo más importante, las vasijas de whisky. Menudos borrachines tenían que estar hechos, no me quiero ni imaginar cómo serían las celebraciones, tocando a casi una tonelada de whisky por escote. Seguramente carecían de capacidad para defenderse de sus enemigos, y desde luego no nos han dejado ningún rastro más de civilización por ninguna parte, pero seguro que ellos mismos pensarán: “que nos quiten lo bailao”.

A mi me gusta pensar que las dos teorías son complementarias. Con esas cantidades industriales de alcohol circulando por una población en estado permanente de embriaguez, no es de extrañar que más de uno acabara sumergido en el fondo de estas jarras completamente ebrio (por otra parte, la muerte más dulce imaginable para esta cultura, me imagino). Eso daría sentido a las dos teorías y explicaría por qué hay restos humanos en algunas jarras pero no en todas.

Quizá las dos teorías lleven razón. O quizá ninguna de ellas acierte. Pero pensar en una civilización que vivió borracha para el resto de sus días, y que ese es precisamente el legado que nos han dejado, me parece por lo menos para dedicarle unos minutos de reflexión.

Besos.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Capítulo 15: Tiempo muerto

Vaya, vaya, parece que ya ha pasado bastante tiempo desde mi última entrada. La verdad es que estos días he estado recorriendo Laos, y teniendo en cuenta que en este país un viaje de 150 km. puede ser entre 6 y 8 horas, pues os podéis imaginar que he estado más tiempo últimamente dentro de un autobús que fuera.
Lo bueno es que terminado el video de Laos, el trabajo está terminado, y nada mejor que para celebrarlo que 4 horas después de haber regresado, irme a la playa a descansar unos días. Por eso no tengo ahora tiempo para contar más detalles, pero tranquilos, en un par de días tendréis más información sobre el siguiente capítulo: Laos.

Besos.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Capítulo 13: Pijamarama

De vuelta de Camboya, uno se pregunta qué es lo que más le ha impactado del país. Supongo que la respuesta más fácil sería decir “los templos de Angkor”, una de las construcciones humanas más impresionantes del mundo. También se podría decir que Phnom Penh es una ciudad impactante cuanto menos, aunque sólo sea por su caótica organización del tráfico gobernado por motos y bicicletas o ese aspecto urbano más propio de África que de Asia.

Pero sin duda alguna, si algo me ha impactado a mi personalmente de Camboya es el hecho que de muchas personas (mujeres en su mayoría) salen a la calle en pijama. Y no es que vayan a la vuelta de la esquina a comprar una barra de pan, no, sino que visten durante todo el día con esta prenda pensada en su origen para dormir cómodamente. Las ves en el mercado, en las bicis, en las motos, en el asiento de al lado del autobús haciendo un trayecto de 6 horas, da igual, van siempre con su pijama puesto. Y no os penséis tampoco que estoy hablando de estos pijamas elegantes o discretos, que en un momento dado podrían pasar por ropa de sport, no. En los pijamas de los que hablo predominan los colores. Ese es el estilo.

Me gustaría por lo tanto abrir aquí un pequeño debate sobre los pijamas camboyanos. Porque habrá gente que le pueda parecer ridículo salir a la calle en pijama, pero visto de otro modo, se podría concluir que los camboyanos son mucho más libres de prejuicios que el resto de la humanidad y que por lo tanto han apostado por la comodidad sin importarles el qué dirán. Porque pensadlo por un momento, ¿a quién no le gustaría ir a trabajar en pijama? ¿Acaso hay algo más cómodo que salir a pasear o irte a tomar unas cervezas en pijama? Quizá tenemos mucho que aprender de este país. Pensándolo bien, vivimos en una dictadura de la moda, donde tenemos que andar todo el día incómodos con nuestros atuendos sólo porque hemos vendido un sistema de imagen personal diametralmente opuesto a la comodidad. ¿Quién está por lo tanto más loco?

Besos.